La Metamorfosis

Abubukaka pretende llevar a las tablas una adaptación libre de La Metamorfosis, la celebérrima obra de Kafka.

Para eso Abubukaka tiene que transformarse, tanto en la esencia como en la forma, deviniendo en lo que a partir de ahora se reconocerá como Abubukafka.

En primer lugar, pedimos perdón por este jueguito de palabras, pero es que nos lo pusimos en bandeja.

En segundo lugar, destacar que esta transformación evidenciará que aquello de lo que estamos hechos es tan corruptible como lo es toda la materia que compone el planeta.

Todo se pudre, descompone, erosiona,… y nuestra alma también.

La metamorfosis de Abubukafka incidirá en lo repugnante que puede llegar a ser nuestro ser, en lo espeluznante de nuestras decisiones, lo monstruoso de nuestras omisiones o lo viscoso de nuestras complicidades. Y esta deformación no solo será verbal, sino también será física. Insectos terriblemente indecentes subastarán sus miserias desde el almacén de desechos que habitan.

Sí, han leído bien, insectos, en plural, porque en nuestra adaptación todos los personajes de La metamorfosis son insectos, todos, desde nuestro protagonista hasta sus familiares, pasando por los huéspedes o el gerente. Se preguntarán entonces en qué se va a transformar Gregorio Samsa… pues Gregorio Samsa se transformará, poco a poco, paso a paso, con todo el desprecio que ello le reporta, con toda la soledad que ello acarrea, con el profundo destierro interior que él mismo se procura, en persona, se transformará en una persona.